miércoles, 11 de enero de 2012

El Evangelio en tiempos de 'Facebook'

La amistad en la red social más grande del mundo


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 11 enero 2012 (ZENIT.org).- Facebook, la red social de internet más popular del mundo no tiene manitas con el dedo hacia abajo, sí en cambio las figuras o thumbs con el pulgar hacia arriba. Aquí las relaciones se pueden ‘romper’ sin que la otra persona se entere.
Es una curiosidad del network, indicada ayer en un artículo del diario vaticano L'Osservatore Romano, firmado por Cristian Martini Grimaldi.
Para hacer amistad hay que clicar un botón y quien recibe el pedido si está de acuerdo, hace lo mismo.
Entretanto cuando uno en Facebook borra a un amigo de su lista de amistades, no necesita el consentimiento del otro, pero además este otro ni siquiera se entera.
¿Es posible que nuestras amistades sean reputadas tan frágiles como para sucumbir si uno recibe una cancelación de amistad virtual a través de un feedback negativo?
"Será un caso –indica el articulista- pero corresponde al más antiguo principio de amor hacia el prójimo que la humanidad haya conocido. "Todo lo que quieres que los hombres hagan contigo, también tú házselo a ellos; esta es de hecho la ley de los profetas".
¿Qué sucedería, se pregunta, si todos los inscritos en Facebook comenzaran a recibir notificación de la pérdida de amigos? Se correría el riesgo de desencadenar una serie de venganzas por las cuales muchos borrarían a amigos de amigos, etc.
Menos suscritos se transforman en menos clic y por lo tanto en menos poder para el network. Quien ideó Facebook, indica el artículo del diario vaticano, pensó bien en no darnos los instrumentos que nos podrían poner en dicha tentación.
Facebook, un sistema en internet al que se accede como en cualquier página web y en la que la persona se inscribe, tiene millones de usuarios que primero se aceptan como amigos y entonces se pueden envían mensajes, fotos, cartas, etc.
Quien está inscrito en Facebook, va a una ventanita de la página y pone el nombre de algún amigo que conoce o que considera importante contactar, o del cual perdió contacto y le envía su solicitud de amistad.
El artículo considera que los programadores de Facebook instruidos por los administradores y pensadores que crearon el sistema, han inspirado el corazón de su máquina de hacer o encontrar amigos, en la más antigua receta para una sana economía: difundir el mayor optimismo posible.
Originalmente era un sitio para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero actualmente está abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico y que navegue en internet.
En julio de 2010, Facebook tenía 500 millones de miembros, y traducciones a 70 idiomas. En noviembre de 2011, alcanzó los 800 millones de usuarios.

ZS12011104 - 11-01-2012
Permalink: http://www.zenit.org/article-41257?l=spanish