martes, 31 de enero de 2012

31 de Enero. Dia de San Juan Bosco

San Juan Bosco, Don Bosco como es más popularmente conocido, nació en un pueblo situado al norte de Italia el 16 de agosto de 1815, en un momento histórico donde se desarrollaba con ímpetu la primera revolución industrial que se traduciría en un cambio profundo de la sociedad de ese tiempo.
Estos cambios en la organización social, unidos a las frecuentes guerras de la época, trajeron a las ciudades numerosos grupos de niños y jóvenes huérfanos que no encontraban ya en sus familias el ámbito natural de crecimiento, y debían buscar su subsistencia en las duras condiciones laborales de entonces.
Don Bosco , ya de pequeño y a través de un sueño-visión que tuvo a los 9 años, se reconoció llamado e intuyó que debía ocuparse de todos estos niños y jóvenes pobres, abandonados y en peligro.
Descubrió el llamado a vivir en esta vocación desde un servicio sacerdotal, y paulatinamente fue experimentando diversas iniciativas a favor de estos jóvenes desde la asistencia directa, proporcionándoles comida, casa ropa, hasta promoción integral, organizando escuelas y centros de atención, prevención y recreación.
Elementos característicos de su camino de servicio a los jóvenes fueron su optimismo y el gozo de la esperanza, aún en los momentos más oscuros y ante las dificultades; su trato de bondad con todos, fundamentado en querer mostrar así el amor que Dios tiene a los jóvenes; la vivencia del trabajo cotidiano como camino en el cual la persona se realiza como tal; un espíritu de iniciativa que le animaba a emprender cosas que se aparecían como imposibles, arraigando este espíritu en el misterio de Cristo y la confianza en María.
Esta vivencia tan particular no se quedó en su persona, sino que es propuesta hoy como un camino de espiritualidad y de trabajo educativo-pastoral concreto y específico para todos quienes quieren incidir positivamente en la educación de los jóvenes más necesitados.

sábado, 28 de enero de 2012

28 de Enero. Dia de Santo Tomas de Aquino

Nació en Roccasecca, cerca de Aquino, Nápoles. El hijo menor de 12 hijos del Conde Landulf de Aquino. Sus primeros estudios fueron con los benedictinos en Montecassino, cerca del castillo de sus padres.

Continúa por cinco años en la Universidad de Nápoles. Allí supera a todos sus compañeros y se demuestra su portentosa inteligencia. Conoce a los Padres Dominicos (comunidad recién fundada) y entra con ellos pero su familia se opone. Trata de huir hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus hermanos, lo apresan en el castillo de Rocaseca por dos años. Aprovecha el tiempo en la cárcel estudiando la Biblia y la teología.

Los hermanos, al ver que no logran convencerle contra su vocación, le envían a una mujer de mala vida para que lo haga pecar. Tomás la confronta con un tizón encendido y la amenaza con quemarle el rostro si se atreve a acercársele. La mujer huyó espantada.

Después de su liberación, Tomas fue enviado a Colonia, Alemania, donde estudió bajo el Padre Dominico
San Alberto Magno. Los compañeros al, ver a Tomás tan robusto y silencioso, lo tomaron por tonto, por lo que le pusieron como apodo: "El buey mudo". Pero un día, uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó a San Alberto. Al leerlos, este les dijo a los estudiantes: "Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero". Mas aun que su sabiduría destacaba su devoción. Pasaba horas en oración y tenía un profundo amor a la Eucaristía.

Recibió el doctorado de teología en la Universidad de París y a los 27 años es maestro en París (1252-1260). En 1259 el Papa lo llama a Italia donde por siete años recorre el país predicando y enseñando. En Orvieto (1261-1264), en Roma (1265-1267), en Viterbo (1268), en París (1269-1271) y en Nápoles (1272-1274). Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. En una ocasión, en la Universidad se traba una discusión acerca de la Eucaristía. Al no lograr ponerse de acuerdo, ambos bandos aceptan recurrir a Tomás para que diga la última palabra. Lo que él dice es aceptado por todos.

En 4 años escribe su obra más famosa: "La Suma Teológica", obra maestra de 14 tomos. Fundamentándose en la Sagrada Escritura, la filosofía, la teología y la doctrina de los santos, explica todas las enseñanzas católicas. La importancia de esta obra es enorme. El Concilio de Trento contaba con tres libros de consulta principal: la Sagrada Biblia, los Decretos de los Papas, y la Suma Teológica de Santo Tomás.

Santo Tomás logró introducir la filosofía de Aristóteles en las universidades.

Su humildad: Según el santo, el aprendió más arrodillándose delante del crucifijo que en la lectura de los libros. Su secretario Reginaldo afirmaba que la admirable ciencia de Santo Tomás provenía más de sus oraciones que de su ingenio. Aun en las más acaloradas discusiones exponía sus ideas con gran respeto y total calma; jamás se dejó llevar por la cólera aunque los adversarios lo ofendieran fuertemente. Su lema en el trato era: "Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros".

Amor a la EucaristíaEl Papa le encargó que escribiera los himnos para la Fiesta
Corpus Christi. Así compuso el Pangelingua y el Tantumergo y varios otros cantos Eucarísticos clásicos.

Habiendo escrito Tomás bellos tratados acerca de Jesús Eucarístico, Jesús le dijo en visión: "Tomás, has hablado bien de Mi. ¿Qué quieres a cambio?". Respondió Tomás: "Señor: lo único que yo quiero es amarte, amarte mucho, y agradarte cada vez más".

Su devoción por la Virgen María era muy grande. En el margen de sus cuadernos escribía: "Dios te salve María". Compuso un tratado acerca del Ave María.

Final El Sumo Pontífice lo envió al Concilio de Lyon, pero enfermó cerca de Roma y lo recibieron en el monasterio cisterciense de Fosanova. Cuando le llevaron por última vez la Sagrada Comunión exclamó: "Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que pagaste con tu sangre el precio de la redención de mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia Católica, de quien me profeso hijo obediente". Allí murió el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años. Sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero, fecha en la que se celebra su fiesta.

Canonizado en 1323, declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y patrón de las universidades católicas y centros de estudio en 1880.

jueves, 26 de enero de 2012

Jóvenes confunden al diablo con "ángel rebelde" y crece satanismo en el mundo

Jóvenes víctimas de la soledad y rupturas familiares encuentran en el esoterismo una "solución fácil e inmediata a sus problemas" y lo confunden con un juego

Jóvenes confunden al diablo con
Jóvenes confunden al diablo con "ángel rebelde" y crece satanismo en el mundo
ROMA, 10 Abr. 11

El experto en satanismo, Carlo Climati, denunció que "cada día aumenta el número de jóvenes que se declaran seducidos por el diablo y la magia negra" con la ilusión de vivir una vida sin reglas siguiendo a un "ángel rebelde".

En una entrevista concedida el 5 de abril a ACI Prensa en Roma, Climati explicó que el satanismo "destruye aquellos valores universales que están escritos en el corazón de cada ser humano"; crea confusión y "una especie de sociedad al revés, donde el bien se vuelve mal y el mal se vuelve bien".

Consideró que los jóvenes confunden al diablo con un "ángel rebelde", y se dejan capturar "por la ilusión de una vida aparentemente libre, sin reglas", por una libertad engañosa que les lleva "a un estado de dependencia y de esclavitud".

La moda satánica y del esoterismo se extiende por todo el mundo, "por desgracia, la sociedad moderna está con frecuencia dominada por el relativismo moral y esto favorece la difusión del satanismo".

Climati explicó que a menudo, los jóvenes son "víctimas de una soledad terrible, de la incomunicación y de situaciones familiares difíciles", y encuentran en el esoterismo una "solución fácil e inmediata a sus problemas", lo confunden con un juego. "En los últimos años los jóvenes han sufrido una especie de lavado de cerebro que los empuja a no tener miedo del mundo del ocultismo", indicó.

El autor explicó a ACI Prensa que cierta "música rock puede considerarse ´diabólica´ o anti educativa", y puede resultar "un puente entre el adolescente y el culto al diablo".

El "rock satánico""se reconoce fácilmente por los textos violentos y anticristianos", y por "las cubiertas de los CDs que ofrecen imágenes sanguinarias y blasfemas", dijo el experto.

Asimismo, consideró que Internet y lo medios de comunicación son a menudo peligrosos para los "jóvenes psicológicamente frágiles", que se divierten practicando "ritos que inventan después de haber navegado en Internet o después de la lectura de cualquier libro esotérico", "por desgracia, a veces, se puede llegar a cometer actos de violencia o asesinato".

Climati es responsable de la oficina de prensa del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y recientemente participó en el curso "Exorcismo y oración de liberación", celebrado en Roma con el auspicio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y la Congregación para el Clero.

En el curso se dio a jóvenes sacerdotes herramientas para apoyar a las familias y diferenciar de un modo rigurosamente científico el exorcismo como tema espiritual y teológico, del fenómeno del satanismo, vinculado a aspectos más sociales

Tomado de: http://www.es.catholic.net/jovenes/435/3199/articulo.php?id=50346

domingo, 22 de enero de 2012

Cuba se prepara para la visita del papa.


La delegación vaticana está presidida por el doctor Alberto Gasbarri, responsable de la organización de los viajes pontificios internacionales, según informa el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en una nota colgada en su página web.
El papa viajará en el mes de marzo a México y Cuba, en su segunda visita a Latinoamérica -estuvo en Brasil en 2007- y primera a países de habla española en la región.
Durante su estancia, la delegación del Vaticano dará seguimiento a los trabajos preparatorios para la visita del papa Benedicto XVI a Cuba, la cual tendrá lugar del 26 al 28 de marzo de 2012, precisa la fuente.
El viaje papal coincidirá con el Año Jubilar en Cuba por el IV Centenario del hallazgo de la imagen de la Caridad del Cobre, la patrona de la isla.
El Pontífice comenzará su visita a la isla el 26 de marzo en Santiago de Cuba (a 944 kilómetros al este de La Habana), donde será recibido oficialmente por el presidente Raúl Castro y, tras un recorrido en auto panorámico, celebrará una misa en la Plaza de la Revolución de esa ciudad.
También visitará el Santuario de El Cobre, donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Caridad, y el 27 se desplazará a La Habana, donde sostendrá reuniones con Raúl Castro y los obispos católicos de la isla, para al día siguiente concluir su visita tras una misa en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.
El viaje de Benedicto XVI, de 84 años, será el segundo de un papa a la isla, que en 1998 recibió a Juan Pablo II en una visita considerada “histórica” y donde pidió “que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba”. EFE

Tomado de: http://www.lapatilla.com/site/2012/01/21/cuba-se-prepara-para-la-visita-del-papa/

viernes, 20 de enero de 2012

20 de enero: Dia de San Sebastian, Martir

Hijo de padres ricos y nobles, nació en Narbona, de Francia, y muy joven recibió el Bautismo. Se alistó en el ejército romano precisamente para practicar la religión verdadera ocultamente y convertir al cristianismo a sus camaradas y a cuantos gentiles pudiese. Creía que podría hacer un gran servicio a la Iglesia. Fue martirizado en el año 288. — Fiesta: 20 de enero.
Era Sebastián un soldado valiente y muy apuesto, que formaba parte de la guardia del palacio imperial. El emperador era entonces Diocleciano. Y dícese que Sebastián era por él muy apreciado porque tenía un aire guerrero y a la vez sumiso. Se atraía las simpatías de cuantos le iban conociendo. No es extraño, pues, que Diocleciano le hiciese capitán jefe de su guardia personal, y le distinguiese con otros honores. Pero no sabía el emperador que un tan aguerrido oficial fuese cristiano y no adorador de los dioses del Imperio. En cuanto lo supo, dejó ya de ser su preferido, tuvo que padecer los más crueles castigos, hasta morir por no haber querido renegar de su fe. El que se había ganado la confianza de Diocleciano por haberse destacado en muchas batallas como uno de los soldados más intrépidos, y también por sus costumbres ejemplares, alejadas de los libertinajes de la milicia, desde que confesó paladinamente ser cristiano se convirtió en pesadilla y obsesión suya, fue odiado por él con verdadera ferocidad.
Hacía algunos años que los cristianos de Roma estaban algo tranquilos. Parecía que no habían de volverse a ver unas persecuciones tan duras como las del tiempo de Nerón y de otros emperadores. Y aunque había que andar con mucho cuidado para no excitar nuevamente los odios de los paganos, nadie molestaba a los seguidores de la doctrina de Cristo. Aquella temporada de paz permitió que Sebastián trabajase mucho, como se había propuesto, propagando la verdadera religión dentro del ejército y entre muchas personas distinguidas de la gran Urbe. Es claro que todo debía realizarlo con prudentísimo secreto. Nadie podía asegurar que la persecución no era posible que estallase de un momento a otro.
Así pudo convertir a Cromacio, uno de los principales personajes de Roma; a los dos hermanos Marco y Marcelino; a Zoé, esposa de Nicostrato y señora muy ilustre, que bien pronto sufrió el martirio; y a muchos más, que, después, cuando la persecución se renovó, supieron ofrecer generosamente su sangre en defensa de la verdad.
Encuadrando el glorioso apostolado y el martirio de San Sebastián en los relatos tradicionales, debemos decir que fueron anteriores a los decretos de persecución general, dados por Diocleciano y Maximiano hacia el año 303, cuando el primero se había incorporado al segundo a su mando, con igual poder, tomando ambos el título de augustos y dividiéndose el Imperio en oriental y occidental, para gobernar en Oriente Diocleciano, establecido en Nicomedia, y en Occidente Maximiano, con residencia en Italia. Es más: sabido es que cada uno de ellos se adjuntó un segundo con el título de césar, y así el gobierno del Imperio quedó de hecho transformado en una tetrarquía. Todo ello se hizo a fin de poder administrar mejor tan vastos territorios... Pero el martirio de San Sebastián tuvo lugar antes de estar implantada esta reorganización: algunos años antes de terminar el siglo tercero, cuando se iniciaba la persecución, que se limitó al principio casi exclusivamente a los oficiales y soldados del ejército.
Influyó, sí, Maximiano en la inmolación de Sebastián. Compañero, ya en Roma, de Diocleciano en las tareas del mando, y casi mandante como él, supo de algunos soldados que eran cristianos, y los hizo matar despiadadamente. Sebastián, ayudado por el sacerdote Melquíades, que algunos años más tarde fue Papa, recogió los cuerpos de aquellos sus compañeros mártires, enterrándolos con gran veneración. Tomó también parte en un proceso celebrado contra unos cristianos, defendiéndolos animosamente. Por otra parte, como estaba acentuándose la persecución y no pocos cristianos habían sido ya detenidos, no cesaba de avisar a los que estaban en peligro de detención ni de visitar y consolar a los prisioneros. Por fin, convertía más y más número de gentiles, a veces con evidentes milagros... Podía adivinar que se acercaba su martirio, y por esto comenzó a prepararse con mucha oración y buenas obras, más numerosas que nunca. En efecto, no tardó en ser todo descubierto, llegando a conocimiento de Diocleciano y Maximiano. Y el valiente capitán fue llamado por ambos para que diese cuenta de sus actos.
Ni con promesas ni con amenazas pudieron hacerle renunciar a la religión de Jesucristo. Y por esto fue condenado a morir a saetazos, atado a un palo, muy cerca del palacio del emperador. Las flechas fueron hiriendo su cuerpo y llenándolo de sangre. Los arqueros disparaban sin cesar y sin equivocar un solo disparo. Pero Sebastián iba sonriendo y tenía los ojos brillantes de una alegría celeste. Por fin los cerró, y su cabeza y cuerpo cayeron desfallecidos. Los verdugos lo dejaron, creyéndole muerto...
Sin embargo, vivía aún. Una santa mujer, llamada Irene, hizo retirar su cuerpo para darle sepultura; pero viendo que respiraba, lo hizo llevar a su casa, donde reanimarlo, curándose en pocos días todas sus heridas. Entonces, en vez de esconderse, presentóse con más valor que antes al emperador Diocleciano, que se llenó de pánico al verle, pues le creía ya muerto y sepultado. El Santo Mártir proclamó ante él su fe y le reprendió por su crueldad. Indignado Diocleciano, le echó de su presencia, mandando que fuese azotado hasta una muerte cierta.
Así se cumplió. Y para impedir que los fieles lo sepultasen, echóse el cadáver en una cloaca. Pero Santa Lucina tuvo por la noche una visión, en la que el propio Mártir le dijo dónde estaba su cuerpo y dónde quería se le enterrase. La santa cumplió el encargo; y el glorioso héroe fue enterrado en unas catacumbas, sobre las cuales edificóse, y existe todavía, una iglesia en honor suyo.
Es invocado San Sebastián universalmente como protector contra la peste. Así lo hace constar la inscripción de su sepulcro: «A Sebastián, mártir y campeón de Cristo, defensor de la Iglesia, terror de la peste».

Benedicto XVI: Esperamos el día glorioso en que podamos celebrar juntos los sacramentos

ZS12011805 - 18-01-2012
Permalink: http://www.zenit.org/article-41309?l=spanish

El papa dedicó la audiencia general a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 18 enero 2012 (ZENIT.org).- La audiencia general de este miércoles tuvo lugar a las 10,30 en el Aula Pablo VI, donde el santo padre se encontró con grupos de fieles y peregrinos provenientes de Italia y de diversos países. En su discurso, el papa se centró en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene como tema: “Todos seremos transformados por la victoria de nuestro Señor Jesucristo”. Ofrecemos a los lectores el texto íntegro del discurso de Benedicto XVI, traducido del italiano.

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¡Queridos hermanos y hermanas!
Empieza hoy la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que, desde hace más de un siglo, se celebra cada año por cristianos de todas las Iglesias y comunidades eclesiales, para invocar aquél don extraordinario por el que el mismo Señor Jesús oró durante la Última Cena, antes de su pasión: “Te pido que todos sean uno. Padre, lo mismo que tú estás en mí y yo en ti, que también ellos estén unidos a nosotros, de este modo, el mundo podrá creer que tú me has enviado”. La práctica de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos fue introducida en 1908 por el padre Paul Wattson, fundador de una comunidad religiosa anglicana que luego entró en la Iglesia católica. La iniciativa recibió la bendición del papa san Pío X y fue luego promovida por el papa Benedicto XV, que animó su celebración en toda la Iglesia católica con el breve Romanorum Pontificum, del 25 de febrero de 1916.
El octavario de oración fue desarrollado y perfeccionado en los años treinta del siglo pasado por el padre Paul Couturier de Lyon, que apoyó la oración “por la unidad de la Iglesia como quiere Cristo y conforme a los instrumentos que El quiere”. En sus últimos escritos, el padre Couturier ve tal Semana como un medio que permite a la oración universal de Cristo "entrar y penetrar dentro del Cuerpo cristiano"; debe crecer hasta convertirse en "un inmenso, unánime grito de todo el Pueblo de Dios", que pide a Dios este gran don. Y precisamente en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el impulso del Concilio Vaticano II a la búsqueda de la plena comunión entre todos los discípulos de Cristo encuentra cada año una de sus más eficaces expresiones. Esta cita espiritual, que une a cristianos de todas las tradiciones, acrecienta nuestra conciencia del hecho que la unidad hacia la que tendemos no podrá ser sólo el resultado de nuestros esfuerzos, sino que mas bien será un don recibido de lo alto, que hay que pedir siempre.
Cada año, los materiales para la Semana de Oración los prepara un grupo ecuménico de una diferente parte del mundo. Querría detenerme en este punto. Este año, los textos han sido propuestos por un grupo mixto compuesto por representantes de la Iglesia católica y del Consejo Ecuménico Polaco, que comprende a varias Iglesias y comunidades eclesiales del país. La documentación ha sido luego revisada por una comisión integrada por miembros del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y por la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias. También este trabajo conjunto en dos etapas es un signo del deseo de unidad que anima a los cristianos y de la conciencia de que la oración es la vía primaria para lograr la plena comunión, para que unidos hacia el Señor andemos hacia la unidad. El tema de la Semana de este año –como hemos oído- está tomado de la I Carta a los Corintios: “Todos seremos transformados por la victoria de nuestro Señor Jesucristo” (cfr 1 Cor 15,51-58), su victoria nos transformará. Y este tema fue sugerido por el amplio grupo ecuménico polaco que he citado, el cual, reflexionando sobre su propia experiencia como país, quiso subrayar lo fuerte que el es apoyo de la fe cristiana en medio de las pruebas y trastornos, como los que caracterizan la historia de Polonia. Tras un amplio debate, fue elegido un tema centrado en el poder transformador de la fe en Cristo, en especial a la luz de la importancia que esta reviste para nuestra oración en favor de la unidad visible de la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Inspiran esta reflexión las palabras de san Pablo que, dirigiéndose a la Iglesia de Corinto, habla de la naturaleza temporal de todo lo que pertenece a nuestra vida presente, marcada también por la experiencia de “derrota” del pecado y de la muerte, frente a lo que nos trae la “victoria” de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte en su Misterio pascual.
La historia particular de la nación polaca, que conoció períodos de convivencia democrática y de libertad religiosa, como en el siglo XVI, ha estado marcada, en los últimos siglos, por invasiones y derrotas, pero también por la constante lucha contra la opresión y la sed de libertad. Todo esto ha inducido al grupo ecuménico a reflexionar de manera más profunda sobre el verdadero significado de “victoria” --qué es la victoria- y de “derrota”. Respecto a la “victoria” entendida en términos triunfalistas, Cristo nos sugiere un camino bien diverso, que no pasa a través del poder y la potencia. De hecho, afirma: "Si uno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el siervo de todos" (Mc 9,35). Cristo habla de una victoria a través del amor que sufre, a través del servicio recíproco, la ayuda, la nueva esperanza y el concreto consuelo dado a los últimos, a los olvidados, a los rechazados. Para todos los cristianos, la más alta expresión de tan humilde servicio es Jesucristo mismo, el don total que hace de Sí mismo, la victoria de su amor sobre la muerte, en la cruz, que resplandece en la luz de la mañana de Pascua. Nosotros podemos tomar parte en esta "victoria" transformadora si nos dejamos transformar por Dios, sólo si realizamos una conversión de nuestra vida y la transformación se realiza en forma de conversión. He aquí el motivo por el que el grupo ecuménico polaco ha considerado especialmente adecuadas para el tema de la propia meditación las palabras de san Pablo: "Todos seremos transformados" por la victoria de Cristo, nuestro Señor" (cfr 1 Cor 15,51-58).
La plena y visible unidad de los cristianos, que anhelamos, exige que nos dejemos transformar y conformar, de manera cada vez más perfecta, a la imagen de Cristo. La unidad por la que oramos exige una conversión interior, tanto común como personal. No se trata simplemente de cordialidad o de cooperación, es necesario reforzar nuestra fe en Dios, en el Dios de Jesucristo, que nos ha hablado y se ha hecho uno de nosotros; hay que entrar en la nueva vida en Cristo, que es nuestra verdadera y definitiva victoria; hay que abrirse los unos a los otros, tomando todos los elementos de unidad que Dios ha guardado para nosotros y que siempre nuevamente nos da; hay que sentir la urgencia de dar testimonio al hombre de nuestro tiempo del Dios vivo, que se ha dado a conocer en Cristo.
El Concilio Vaticano II puso la búsqueda ecuménica en el centro de la vida y de la actuación de la Iglesia: "Este santo Concilio exhorta a todos los fieles católicos a que, reconociendo los signos de los tiempos, cooperen diligentemente en la empresa ecuménica" (Unitatis Redintegratio, 4). El beato Juan Pablo II subrayó la naturaleza esencial de tal empeño, diciendo: "Esta unidad, que el Señor dio a su Iglesia y en la cual quiere abrazar a todos, no es accesoria, sino que está en el centro mismo de su obra. No equivale a un atributo secundario de la comunidad de sus discípulos. Pertenece en cambio al ser mismo de la comunidad". (Enc. Ut Unum Sint, 9). La tarea ecuménica es por tanto una responsabilidad de toda la Iglesia y de todos los bautizados, que deben hacer crecer la comunión parcial ya existente entre los cristianos hasta la plena comunión en la verdad y en la caridad. Por tanto, la oración por la unidad no está circunscrita a esta Semana de Oración, sino que debe convertirse en parte integrante de nuestra oración, de la vida orante de todos los cristianos, en todo lugar y en todo tiempo, sobre todo cuando personas de tradiciones diversas se encuentran y trabajan juntas por la victoria, en Cristo, sobre todo lo que es pecado, mal, injusticia, violación de la dignidad del hombre.
Desde que nació el movimiento ecuménico moderno, hace más de un siglo, siempre hubo una clara conciencia de que la falta de unidad entre los cristianos impide un anuncio más eficaz del Evangelio, porque pone en peligro nuestra credibilidad. ¿Cómo podemos dar testimonio convincente si estamos divididos? Ciertamente, por lo que se refiere a las verdades fundamentales de la fe, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Pero las divisiones permanecen, y se refieren también a diversas cuestiones prácticas y éticas, suscitando confusión y desconfianza, debilitando nuestra capacidad de transmitir la Palabra salvífica de Cristo. En este sentido, debemos recordar las palabras del beato Juan Pablo II, que en su encíclica Ut Unum Sint habla del daño causado al testimonio cristiano y al anuncio del Evangelio por la falta de unidad (cfr nn. 98, 99). Es este un gran reto para la nueva evangelización, que puede ser más fructífera si todos los cristianos anuncian juntos la verdad del Evangelio de Jesucristo y dan una respuesta común a la sed espiritual de nuestro tiempo.
El camino de la Iglesia, como el de los pueblos, está en las manos de Cristo resucitado, victorioso sobre la muerte y sobre la injusticia que Él ha soportado y sufrido en nombre de todos. Él nos hace partícipes de su victoria. Sólo Él es capaz de transformarnos y convertirnos, de débiles y titubeantes, en fuertes y valientes para hacer el bien. Sólo Él puede salvarnos de las consecuencias negativas de nuestras divisiones. Queridos hermanos y hermanas, invito a todos a unirse en oración de modo más intenso durante esta Semana por la Unidad, para que crezca el testimonio común, la solidaridad y la colaboración entre los cristianos, esperando el día glorioso en el que podamos profesar juntos la fe transmitida por los apóstoles y celebrar juntos los sacramentos de nuestra transformación en Cristo. Gracias”.
Traducido del italiano por Nieves San Martín
©Librería Editorial Vaticana

domingo, 15 de enero de 2012

www.osmth-ve.org

Buenos tardes Hermanos
Un fuerte TAT
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Que Dios les Cuide

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NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM
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Fr+ Cesar Sanchez
Comunicaciones
Priorato Magistral de Venezuela
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miércoles, 11 de enero de 2012

El Evangelio en tiempos de 'Facebook'

La amistad en la red social más grande del mundo


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 11 enero 2012 (ZENIT.org).- Facebook, la red social de internet más popular del mundo no tiene manitas con el dedo hacia abajo, sí en cambio las figuras o thumbs con el pulgar hacia arriba. Aquí las relaciones se pueden ‘romper’ sin que la otra persona se entere.
Es una curiosidad del network, indicada ayer en un artículo del diario vaticano L'Osservatore Romano, firmado por Cristian Martini Grimaldi.
Para hacer amistad hay que clicar un botón y quien recibe el pedido si está de acuerdo, hace lo mismo.
Entretanto cuando uno en Facebook borra a un amigo de su lista de amistades, no necesita el consentimiento del otro, pero además este otro ni siquiera se entera.
¿Es posible que nuestras amistades sean reputadas tan frágiles como para sucumbir si uno recibe una cancelación de amistad virtual a través de un feedback negativo?
"Será un caso –indica el articulista- pero corresponde al más antiguo principio de amor hacia el prójimo que la humanidad haya conocido. "Todo lo que quieres que los hombres hagan contigo, también tú házselo a ellos; esta es de hecho la ley de los profetas".
¿Qué sucedería, se pregunta, si todos los inscritos en Facebook comenzaran a recibir notificación de la pérdida de amigos? Se correría el riesgo de desencadenar una serie de venganzas por las cuales muchos borrarían a amigos de amigos, etc.
Menos suscritos se transforman en menos clic y por lo tanto en menos poder para el network. Quien ideó Facebook, indica el artículo del diario vaticano, pensó bien en no darnos los instrumentos que nos podrían poner en dicha tentación.
Facebook, un sistema en internet al que se accede como en cualquier página web y en la que la persona se inscribe, tiene millones de usuarios que primero se aceptan como amigos y entonces se pueden envían mensajes, fotos, cartas, etc.
Quien está inscrito en Facebook, va a una ventanita de la página y pone el nombre de algún amigo que conoce o que considera importante contactar, o del cual perdió contacto y le envía su solicitud de amistad.
El artículo considera que los programadores de Facebook instruidos por los administradores y pensadores que crearon el sistema, han inspirado el corazón de su máquina de hacer o encontrar amigos, en la más antigua receta para una sana economía: difundir el mayor optimismo posible.
Originalmente era un sitio para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero actualmente está abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico y que navegue en internet.
En julio de 2010, Facebook tenía 500 millones de miembros, y traducciones a 70 idiomas. En noviembre de 2011, alcanzó los 800 millones de usuarios.

ZS12011104 - 11-01-2012
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viernes, 6 de enero de 2012

6 de enero: Santo del Dia: 600 años del nacimiento de JUANA DE ARCO

Santa Juana de Arco
Mártir
(1431)

Historia:
Juana de ArcoEsta santa a los 17 años llegó a ser heroína nacional y mártir de la religión. Juana de Arco nació en el año 1412 en Donremy, Francia. Su padre se llamaba Jaime de Arco, y era un campesino.
Juana creció en el campo y nunca aprendió a leer ni a escribir. Pero su madre que era muy piadosa le infundió una gran confianza en el Padre Celestial y una tierna devoción hacia la Virgen María. Cada sábado la niña Juana recogía flores del campo para llevarles al altar de Nuestra Señora. Cada mes se confesaba y comulgaba, y su gran deseo era llegar a la santidad y no cometer nunca ningún pecado. Era tan buena y bondadosa que todos en el pueblo la querían.
Su patria Francia estaba en muy grave situación porque la habían invadido los ingleses que se iban posesionando rápidamente de muchas ciudades y hacían grandes estragos.
A los catorce años la niña Juana empezó a sentir unas voces que la llamaban. Al principio no sabía de quién se trataba, pero después empezó a ver resplandores y que se le aparecían el Arcángel San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita y le decían: "Tú debes salvar a la nación y al rey".
Por temor no contó a nadie nada al principio, pero después las voces fueron insistiéndole fuertemente en que ella, pobre niña campesina e ignorante, estaba destinada para salvar la nación y al rey y entonces contó a sus familiares y vecinos. Las primeras veces las gentes no le creyeron, pero después ante la insistencia de las voces y los ruegos de la joven, un tío suyo se la llevó a donde el comandante del ejército de la ciudad vecina. Ella le dijo que Dios la enviaba para llevar un mensaje al rey. Pero el militar no le creyó y la despachó otra vez para su casa.
Sin embargo unos meses después Juana volvió a presentarse ante el comandante y este ante la noticia de una derrota que la niña le había profetizado la envió con una escolta a que fuera a ver al rey.
Llegada a la ciudad pidió poder hablarle al rey. Este para engañarla se disfrazó de simple aldeano y colocó en su sitio a otro. La joven llegó al gran salón y en vez de dirigirse hacia donde estaba el reemplazo del rey, guiada por las "voces" que la dirigían se fue directamente a donde estaba el rey disfrazado y le habló y le contó secretos que el rey no se imaginaba. Esto hizo que el rey cambiara totalmente de opinión acerca de la joven campesina.
Ya no faltaba sino una ciudad importante por caer en manos de los ingleses. Era Orleans. Y estaba sitiada por un fuerte ejército inglés. El rey Carlos y sus militares ya creían perdida la guerra. Pero Juana le pide al monarca que le conceda a ella el mando sobre las tropas. Y el rey la nombra capitana. Juana manda hacer una bandera blanca con los nombres de Jesús y de María y al frente de diez mil hombres se dirige hacia Orleans.
Animados por la joven capitana, los soldados franceses lucharon como héroes y expulsaron a los asaltantes y liberaron Orleans. Luego se dirigieron a varias otras ciudades y las liberaron también.
Juana no luchaba ni hería a nadie, pero al frente del ejército iba de grupo en grupo animando a los combatientes e infundiéndoles entusiasmo y varias veces fue herida en las batallas.
Después de sus resonantes victorias, obtuvo Santa Juana que el temeroso rey Carlos VII aceptara ser coronado como jefe de toda la nación. Y así se hizo con impresionante solemnidad en la ciudad de Reims.
Pero vinieron luego las envidias y entonces empezó para nuestra santa una época de sufrimiento y de traiciones contra ella. Hasta ahora había sido una heroína nacional. Ahora iba a llegar a ser una mártir. Muchos empleados de la corte del rey tenían celos de que ella llegara a ser demasiado importante y empezaron a hacerle la guerra.
Faltaba algo muy importante en aquella guerra nacional: conquistar a París, la capital, que estaba en poder del enemigo. Y hacia allá se dirigió Juana con sus valientes. Pero el rey Carlos VII, por envidias y por componendas con los enemigos, le retiró sus tropas y Juana fue herida en la batalla y hecha prisionera por los Borgoñones.
Los franceses la habían abandonado, pero los ingleses estaban supremamente interesados en tenerla en la cárcel, y así pagaron más de mil monedas de oro a los de Borgoña para que se la entregaran y la sentenciaron a cadena perpetua.
Los ingleses la hicieron sufrir muchísimo en la cárcel. Las humillaciones y los insultos eran todos los días y a todas horas, hasta el punto que Juana llegó a exclamar: "Esta cárcel ha sido para mí un martirio tan cruel, como nunca me había imaginado que pudiera serlo". Pero seguía rezando con fe y proclamando que sí había oído las voces del cielo y que la campaña que había hecho por salvar a su patria, había sido por voluntad de Dios.
En ese tiempo estaba muy de moda acusar de brujería a toda mujer que uno quisiera hacer desaparecer. Y así fue que los enemigos acusaron a Juana de brujería, diciendo que las victorias que había obtenido era porque les había hecho brujerías a los ingleses para poderlos derrotar. Ella apeló al Sumo Pontífice, pidiéndole que fuera el Papa de Roma el que la juzgara, pero nadie quiso llevarle al Santo Padre esta noticia, y el tribunal estuvo compuesto exclusivamente por enemigos de la santa. Y aunque Juana declaró muchas veces que nunca había empleado brujerías y que era totalmente creyente y buena católica, sin embargo la sentenciaron a la más terribles de las muertes de ese entonces: ser quemada viva.
Encendieron una gran hoguera y la amarraron a un poste y la quemaron lentamente. Murió rezando y su mayor consuelo era mirar el crucifijo que un religioso le presentaba y encomendarse a Nuestro Señor. Invocaba al Arcángel San Miguel, al cual siempre le había tenido gran devoción y pronunciando por tres veces el nombre de Jesús, entregó su espíritu. Era el 29 de mayo del año 1431. Tenía apenas 19 años. Varios volvieron a sus casas diciendo: "Hoy hemos quemado a una santa". 23 años después su madre y sus hermanos pidieron que se reabriera otra vez aquel juicio que se había hecho contra ella. Y el Papa Calixto III nombró una comisión de juristas, los cuales declararon que la sentencia de Juana fue una injusticia. El rey de Francia la declaró inocente y el Papa Benedicto XV la proclamó santa.
Juana de Arco: concédenos un gran amor por nuestra patria.

6 de enero: En ocasion de celebrarse el Dia del Deporte

Mensaje de Benedicto XVI sobre el deporte
MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A UN SEMINARIO DE ESTUDIOS SOBRE EL TEMA "DEPORTE, EDUCACIÓN Y FE: PARA UNA NUEVA ETAPA DEL MOVIMIENTO DEPORTIVO CATÓLICO

Al venerado hermano
Cardenal Stanisław RyłkoPresidente del Consejo pontificio para los laicos
Con verdadero placer le envío un saludo cordial a usted, al secretario, a los colaboradores del Consejo pontificio para los laicos, a los representantes de los organismos católicos que trabajan en el mundo del deporte, a los responsables de las asociaciones deportivas internacionales y nacionales, y a todos los que participan en el seminario de estudios sobre el tema: "Deporte, educación y fe: para una nueva etapa del movimiento deportivo católico", organizado por la sección "Iglesia y deporte" de ese dicasterio.

El deporte posee un valioso potencial educativo, sobre todo en el ámbito juvenil y, por esto, ocupa un lugar de relieve no sólo en el uso del tiempo libre, sino también en la formación de la persona. El concilio Vaticano II lo quiso incluir entre los medios que pertenecen al patrimonio común de los hombres y son aptos para el perfeccionamiento moral y la formación humana (cf. Gravissimum educationis, 4).

Si esto vale para la actividad deportiva en general, vale más aún para la que se lleva a cabo en los oratorios, en las escuelas y en las asociaciones deportivas, con el fin de asegurar una formación humana y cristiana a las nuevas generaciones. Como recordé recientemente, no hay que olvidar que "el deporte, practicado con pasión y atento sentido ético, especialmente por la juventud, se convierte en gimnasio de sana competición y de perfeccionamiento físico, escuela de formación en los valores humanos y espirituales, medio privilegiado de crecimiento personal y de contacto con la sociedad" (Discurso a los participantes en los campeonatos mundiales de natación, 1 de agosto de 2009: L´Osservatore Romano, edición en lengua española, 7 de agosto de 2009, p. 7).

Mediante las actividades deportivas, la comunidad eclesial contribuye a la formación de la juventud, proporcionando un ámbito adecuado a su crecimiento humano y espiritual. Las iniciativas deportivas, cuando tienen como objetivo el desarrollo integral de la persona y se realizan bajo la dirección de personal cualificado y competente, son una buena ocasión para que sacerdotes, religiosos y laicos puedan convertirse en verdaderos educadores y maestros de vida de los jóvenes. Por lo tanto, en nuestra época —en la que resulta urgente la exigencia de educar a las nuevas generaciones—, es necesario que la Iglesia siga sosteniendo el deporte para los jóvenes, valorizando plenamente también la actividad agonística en sus aspectos positivos, como, por ejemplo, en la capacidad de estimular la competitividad, la valentía y la tenacidad a la hora de perseguir los objetivos, pero evitando cualquier tendencia que desvirtúe la naturaleza al recurrir a prácticas incluso dañinas para el organismo, como sucede en el caso del dopaje. En una acción formativa coordinada, los directivos, los técnicos y los agentes católicos deben considerarse guías experimentados para los adolescentes, ayudándoles a desarrollar sus potencialidades agonísticas sin descuidar las cualidades humanas y las virtudes cristianas que llevan a una madurez completa de la persona.
Desde esta perspectiva, creo que es muy útil que este tercer seminario de la sección "Iglesia y deporte" del Consejo pontificio para los laicos centre su atención en la misión específica y en la identidad católica de las asociaciones deportivas, las escuelas y los oratorios administrados por la Iglesia. Deseo de todo corazón que ayude a percibir las muchas y valiosas oportunidades que el deporte puede ofrecer a la pastoral juvenil.

Esperando que sea un encuentro fructífero, aseguro mi oración invocando sobre los participantes y sobre los que se dedican a promover una sana actividad deportiva, en particular en las instituciones católicas, la guía del Espíritu Santo y la protección materna de María. Con estos sentimientos, envío a todos de corazón mi bendición apostólica.
Vaticano, 3 de noviembre de 2009

BENEDICTO PP. XVI

jueves, 5 de enero de 2012

Epifanía : La manifestación del Señor

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)
Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán
Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.
La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera.
La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: "la virgen ha dado a luz, la luz crece".
Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.
Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.
Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD. La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.
Los Reyes Magos
Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.
El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

Venezuela: Cardenal Urosa pide que en 2012 no haya violencia política

Caracas, Ene 03, 2012 / 5:14PM (EWTN Noticias/ACI Prensa)

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http://www.ewtnnoticias.com/noticias-catolicas/noticia.php?id=24506#ixzz1ia1A9F22

El Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa, pidió que en el 2012 se erradique todo tipo de violencia en el país, incluso la de tipo político, y que las autoridades electorales sean imparciales en las próximas elecciones generales.
"Es importante que haya una verdadera libertad política y de expresión, que no haya ningún tipo de violencia política. Es particularmente urgente que el Consejo Nacional Electoral actúe como árbitro verdaderamente imparcial, y que se garanticen condiciones de igualdad, equidad y transparencia para la realización de los próximos comicios", expresó en su mensaje por año nuevo.
El Arzobispo recordó el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz, en el que afirmó que la construcción de la paz necesita de personas educadas en la compasión, la solidaridad, la colaboración y la fraternidad; y la búsqueda de "modos adecuados de redistribución de la riqueza, de promoción del crecimiento, de la cooperación al desarrollo y de la resolución de los conflictos".
"Estas palabras nos urgen a todos los venezolanos, especialmente a los que están en posiciones de autoridad y de poder, en el ámbito político, económico o social, a trabajar decididamente por la paz en Venezuela. Ese llamado es particularmente urgente en este año electoral, cuando se decidirá la dirección suprema del país, de gobernaciones y alcaldías", señaló el Cardenal Urosa.
En su mensaje, el Arzobispo también lamentó que el mal en el mundo obstaculice los anhelos de felicidad propios del hombre, y que se refleja "en los índices de violencia que se ha intensificado en las últimas dos semanas".
"No nos dejemos llevar por la violencia, que proviene del odio, del egoísmo y la soberbia, de la ambición y la lujuria", expresó el Purpurado, que recordó que "si queremos ser felices en este nuevo año y siempre, hemos de seguir a Jesús, Dios encarnado, autor y fuente de la verdadera y auténtica felicidad".

domingo, 1 de enero de 2012

Encuesta de academia templaria Nro 1








1ero de Enero: Maria, Madre de Dios.



Maria Madre de Dios

El título le fue concedido solemnemente a María en el Concilio de Éfeso de 431 al ser proclamado el dogma cristológico. El significado teológico en ese momento fue enfatizar que el hijo de María, Jesús, era completamente Dios, y también completamente humano, tal y como había sido afirmado en el Concilio de Nicea I de 325, y que sus dos naturalezas (humana y divina) estaban unidas y eran inseparables en una sola persona de la Santísima Trinidad.

Deiparam [...], non quod Verbi natura Ipsiusque divinitas ortus Sui principium ex sancta Virgine sumpserit, sed quod sacrum illud corpus anima intelligente perfectum ex ea traxerit, cui et Dei Verbum, secundum hypostasim unitum, secundum carnem natum dicitur.

Madre de Dios [...] no porque la naturaleza del Verbo y su divinidad se había originado a partir de la Santísima Virgen, sino que desde que nació del santo cuerpo con un alma racional unida a la Palabra de modo que la Palabra nace después de la carne

Ave Maria.

En Latin
Ave Maria, gratia plena,
Dominus tecum,
benedicta tu in mulieribus,
et benedictus fructus ventris tui Iesus.
Sancta Maria mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus,
nunc, et in hora mortis nostrae.
Amen.

En griego

Χαίρε, Μαρία, κεχαριτωμένη
ο Κύριος μετά σοῦ,
ευλογημένη σὺ εν γυναιξί,
και ευλογημένος ο καρπός
της κοιλίας σοῦ, ο Ιησούς.
Αγία Μαρία, Θεοτόκε (μητερ Θεου),
πρέσβευε υπέρ ημών των αμαρτωλών,
νυν και εν τη ώρα του θανάτου ημών.
Αμήν.

En español

Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.