Según un trabajo del P. Sebastián Bartina, S.I., Catedrático de Ciencias Bíblicas, que ha publicado en la Reista de Estudios Josefinos, San José era heredero legal del rey David. Por ser descendiente directo, le correspondían los derechos reales. La familia real de José fue a esconderse a Nazareth, huyendo de Herodes, el usurpador del trono, que no era de raza judía, sino idumeo. Al ser Jesús hijo legal de José, era rey de Israel, no sólo espiritualmente, sino también legalmente.
"En el ambiente judío, la genealogía de un niño se trazaba a través de su progenitor varón, fuera o no su padre biológico. Esto difiere sobremanera de nuestra idea de paternidad. A los ojos de los modernos occidentales, el padre biológico, no el adoptivo, es el verdadero padre. Para el Antiguo Testamento, el padre legal era el verdadero padr, hubiese procreado físicamente o no al hijo.
Providencialmente, el letrero que Pilatos puso en la cruz expresaba una realidad "Jesús Nazareno Rey de los Judios".
El Evangelio llama José "hombre justo", que en el modo de hablar hebreo significa "hombre santo". San José fue carpintero de Nazareth. Fue modelo de trabajador. Por eso la Iglesia lo ha nombrado Patrono de todos los obreros.
Murió entre Jesús y María. Por eso también es Patrono de la buena muerte. Cuando funges un hogar, escoge por Patrono a San José, que también suo lo que significaba la preocupación de mantener un hogar.
Dice Santa Teresa que nunca pidió una cosa a San José y que el Santo no se la concediera. Y a los que no lo crean, les dice que hagan la prueba.
Para conocer bien a San José te recomiendo la obra de Bonifacio Llamera, O.P.: Teología de San José. De esta obra dice el gran teólogo español Antonio Royo Marín, O.P.: "Esta obra es, con mucho, la mejor que se ha escrito hasta hoy de San José en el mundo entero.
Referencia Bibliográfica:
Jorge Loring, S.I. Para Salvarte. Evangelización Católica del Siglo XXI. 57a edición. JL Ediciones Católicas MEXICALI, B.C. México.
Oración por la Familia.
Oh Dios, de quie procede
toda paternidad en el cielo y en la tierra,
Padre que eres amor y vida,
haz que cada familia humana
sobre la tierra se convierta,
por medio de tu Hijo, Jesucristo,
"nacido de Mujer",
y del Espíritu Santo, fuente de caridad
divina, en verdadero santuario de la vida
y del amor para las generaciones que
siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe los pensamientos y
las obras de los esposos hacia el bien de
sus familias y de todas las familias
del mundo. Haz que las jóvenes
generaciones encuentren en la familia un
fuerte apoyo para su humanidad
y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia
del sacramento del Matrimonio, se demuestre
más fuerte que cualquier debilidad
y cualquier crisis, por las que a veces pasan
nuestras familias. Por los siglos de los siglos.
Amén.
Bto. Juan Pablo II.