martes, 15 de febrero de 2011

(Historia) Elogia el Papa Juan Pablo II a scouts

Señala el Pontífice que el futuro del mundo y de la iglesia depende de la pasión educativa.

EFE Internacional domingo 24 de oct, 2004

ROMA, ITALIA.- El Papa elogió ayer a las personas que, con su actitud, educan a los jóvenes a nadar contra corriente para derrotar la tentación del individualismo, la pereza y la falta de compromiso.

Juan Pablo II dijo esas palabras durante un discurso en la Plaza de San Pedro ante miles de jóvenes pertenecientes a asociaciones vinculadas al movimiento scout, que ante él reiteraron su promesa de permanecer fieles a la organización, inspirada en los valores de la religión y la naturaleza.

El Pontífice se declaró encantado de ver renovada esa promesa, que es el propósito de ser fieles a Dios, que os llama a vivir la comunión, a vosotros mismos y al prójimo, que espera el regalo de un compromiso plenamente humano y cristiano.

"Os miro con confianza y simpatía", dijo el Papa, quien subrayó que los integrantes de esa asociación descubren las maravillas de la Creación con su interés por la naturaleza y están siempre preparados para el bien.

En esta línea, les pidió que hagan del verbo "servir" el lema de su vida, con la convicción de que el don de vosotros mismos es el secreto que puede convertir la existencia en bella y fecunda. Asimismo, afirmó que el futuro del mundo y de la Iglesia depende de la pasión educativa de organizaciones como las presentes hoy en Vaticano, a las que pidió que no tengan miedo de avanzar con fantasía, paciencia y valor por la vía de la educación de las jóvenes generaciones.

Tomado: http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/115850.html

Hace 70 años de la muerte de padre movio a Juan Pablo II a vocacion sacerdotal

El periodista italiano Gian Franco Svidercoschi recordó que esta semana hace 70 años, el entonces joven Karol Wojtyla sufrió la pérdida de su padre, hecho que lo movió interiormente de manera decidida hacia su vocación sacerdotal.

Svidercoschi recordó el aniversario en su programa de la televisión de la cadena RaiUno, en el que tomó un tiempo para contar un pasaje de la vida de quien fuera también su amigo, el Papa Juan Pablo II, y sobre el cual ha escrito diversos libros.

En 1941, el joven Wojtyla tenía 20 años y trabajaba en una cantera de piedra luego de que el gobierno cerrara la Universidad Jageloniana en donde estudiaba filosofía. El 18 de febrero volvió a su casa y vio que su padre, también de nombre Karol, había muerto por un paro cardiaco.

Así, el futuro Papa peregrino se quedaba "solo", ya que su hermana había muerto un año antes de que él naciera, su madre cuando era un pequeño niño y su hermano mayor había fallecido en 1914.

"Y esto lo hizo cambiar, o tal vez lo empujó más fuertemente hacia lo que él ya sentía dentro de sí, es decir, convertirse en sacerdote", dijo el periodista italiano.

Svidercoschi señaló también que es importante recordar que estos "años polacos fueron decisivos porque formaron a este Papa, ya que cada experiencia que tuvo, cada proyecto que hizo, de algún modo volvieron y pudieron verse durante su pontificado".

Para el periodista, la experiencia personal de Juan Pablo II ante la Segunda Guerra Mundial y los nazis en los 40s’, así como el imperio del comunismo en Polonia en los años siguientes "explican su atención a la causa del hombre".

El Pontífice polaco puso un fuerte énfasis en la primera mitad de su pontificado en la defensa de la democracia ante el comunismo, especialmente en el bloque de Europa del Este dominadas por la Unión Soviética. Su posición ante el autoritarismo es considerada de vital importancia ante la caída del comunismo en esta región.

Svidercoschi dijo además que cuando Karol Wojtyla fue elegido como Arzobispo de Cracovia (Polonia) asumió una "batalla" para crear nuevas iglesias que mostraran la importancia de la relación entre la ley de Dios y la del hombre, "es decir, el derecho de todo ser humano a ser respetado".


Read more: http://www.ewtnnoticias.com/noticias-catolicas/noticia.php?id=22030#ixzz1E5sXBO4o

viernes, 4 de febrero de 2011

Protagonista de milagro atribuido a Juan Pablo II revela detalles inéditos de su curación

PARÍS, 21 Ene. 11 / 12:47 am (ACI)

La religiosa francesa Marie Simon Pierre reveló detalles inéditos del milagro que permitirá la beatificación del Papa Juan Pablo II el próximo 1 de mayo, como el hecho de experimentar un deseo incontenible de rezar solo momentos antes de descubrir que fue curada del mal de Parkinson, enfermedad que padeció Karol Wojtyla.

La hermana Marie Simon Pierre

En una entrevista concedida el 14 de enero a la cadena francesa KTOtv y a la cadena italiana RAI Vaticano, la religiosa relata que "el 2 de junio de 2005 fue el día de mi curación. Ese día por la mañana yo estaba completamente impedida y ya no podía más".
"Pensé en buscar a Sor Marie (superiora de su comunidad) para pedirle mi dimisión, dejar de brindar mi servicio en la maternidad donde trabajaba con muchas personas a mi cargo. Me sentía muy pesada y me dije: es necesario que pare, que deje el servicio. Yo no puedo hacer que esto deje de avanzar, no es posible".
El pedido de la hermana Marie Simon Pierre fue rechazado con amabilidad y a cambio su superiora le propuso pedir la gracia de su curación a Juan Pablo II.
Cuando esto sucedió, "sentimos por un buen momento un gran cambio en su oficina, diría que una gran paz, una paz muy grande y una gran serenidad, me sentía muy apacible, ella también".
En ese momento, le pidió escribir el nombre de Juan Pablo II en un papel. El avance del Parkinson había afectado su brazo izquierdo y sufría de intensos temblores. Su superiora le propuso escribir con la mano derecha. "Le dije que no podía porque mi mano derecha también se ponía a temblar, pero ella insistió: 'sí puedes, sí puedes'".
Escribió algo ilegible pero pensó que de repente "ocurre un milagro si es que creo".
"Me fui y seguí con mi servicio. Esa noche seguí la jornada como de costumbre con la comida comunitaria, luego un poco más de servicio y después la oración nocturna en la capilla".
Al regresar a su cuarto, la hermana Marie Simon-Pierre se obligó a escribir y se llevó una gran sorpresa al ver que en ese momento sí pudo hacerlo bien.
Pasó una noche tranquila y durmió bien, sin el insomnio habitual que presentaba por el dolor del Parkinson. A las 4:30 de la madrugada del 3 de junio despertó sintiendo que "ya no era la misma. Había una alegría interior y una gran paz; y luego me sorprendí mucho por los gestos de mi cuerpo".
Al mismo tiempo despertó en ella "un gran deseo de rezar. A esa hora no tenía autorización para rezar, pero recé".
Rezó frente al tabernáculo del oratorio de la maternidad "siempre con una alegría muy profunda" meditando además los misterios luminosos del Papa Juan Pablo II.
A las 6:00 a.m. su comunidad asistía a la Eucaristía, así que se dirigió del oratorio a la capilla.
En ese trayecto "me di cuenta de que mi brazo izquierdo ya no se quedaba inmóvil al caminar sino que se balanceaba normalmente. En la Eucaristía tuve la certeza de que estaba curada"

Tomado de: http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=32401

martes, 1 de febrero de 2011

El Sistema Preventivo de Don Bosco

Virtudes y habilidades del educador

¿Qué es eso del sistema preventivo? ¿Qué significa revención para Don Bosco?... Publicamos hoy la primera parte de un artículo del salesiano Octavio Balderas que nos puede aclarar conceptos y dar algunos temas en qué pensar.

La aplicación del Sistema Preventivo de Don Bosco en el ámbito educativo supone n el educador un conjunto integrado de virtudes y habilidades; sin éstas, las teorías y las técnicas son ineficaces. Quizá por esta razón cuando Don Bosco habla o escribe sobre el Sistema Preventivo, no se dirige a los educandos, sino a ios educadores, señalando que el Sistema Preventivo se basa en la razón, la religión y la amabilidad (amorevolezza) de los educadores. En otras palabras, la aplicación práctica del Sistema Preventivo supone la adquisición de una forma de ser por parte del educador. Por esta razón, para nosotros, salesianos, el Sistema Preventivo no sólo es un método educativo, sino también —y sobre todo— una
experiencia espiritual (cf. C. 20).
En las siguientes páginas señalaré aquello que considero son las virtudes y habilidades que es necesario adquirir para que el Sistema Preventivo sea real. En
este sentido los términos «educación», «educador» y «educando», trascienden el ambito pedagógico, incluyendo el ámbito espiritual, pues, de hecho, para nosotros. El Sistema Preventivo constituye nuestra espiritualidad específica.

1. EL SISTEMA PREVENTIVO DE DON BOSCO


La experiencia pastoral y educativa de Don Bosco respondió a la situación peculiar de los jóvenes y adolescentes con los que se encontró en la ciudad de Turín. Era una situación de abandono y de soledad afectiva. Don Bosco respondió a esa situación desde una actitud que incluía tanto lo humano como lo espiritual; por eso se preocupó por proporcionar a esos jóvenes abandonados lo necesario para potenciar en ellos lo humano, lo cultural, lo profesional, lo social, lo afectivo y lo religioso.

La respuesta a los desafíos concretos de esos jóvenes abandonados requería de una gran capacidad «preventiva». Para Don Bosco la «prevención» es un
concepto clave en lo que se refiere a la educación y formación de los jóvenes necesitados; se manifiesta en dos dimensiones: «asistencial» y «educativa».
La dimensión asistencial supone proporcionar a los jóvenes aquello que les falta en lo que se refiere a lo más elemental para vivir: casa, vestido, alimento..., pues si carecen de lo necesario, la intervención educativa resulta ineficaz.

la dimensión preventiva en el nivel educativo consiste en promover el crecimiento integral de los educandos anticipándose a las situaciones,
en modo tal que, en lugar de castigar las faltas, resulte imposible que ocurran.
La capacidad preventiva sólo es posible si el educador razona para encontrar las causas de lo que sucede, pues, de otra forma, no podrá intervenir sobre ellas y, por tanto, no podrá prevenir.
Igualmente, sin un trato visiblemente amable y justo, no será posible responder a la soledad afectiva de los jóvenes, ni será posible transmitirles los
verdaderos valores, entre los que se encuentran, evidentemente, los religiosos.
Para Don Bosco la preventividad supone en el educador un modo de ser armónico fundamentado en la razón, la religión y la amabilidad.
En este sentido los tres elementos constitutivos del Sistema Preventivo (razón, religión y amabilidad [amorevolezza]), están intrínsecamente conectados; es, precisamente, esta integración armónica lo que hace capaz al educador para involucrar en los jóvenes lo más significativo de sus potencialidades: su mente, su corazón, su voluntad y su fe, pues él mismo se presenta como modelo operativo de los valores que trasmite.

De los tres elementos fundamentales del Sistema Preventivo, la prioridad la tiene sin duda la amabilidad (amorevolezza).

En el lugar y en el tiempo en que vivió Don Bosco el término amorevolezza indicaba un conjunto de virtudes y actitudes de tipo relacional, que se demostraban en palabras, en restos, en ayudas, en regalos, en benignidad, en solicitud. Se trata de signos que pueden darse entre esposos, padre e hijos, novios, amigos, benefactores y personas protectoras.
Cuando se usaba en el ambiente religioso, indicaba el amor misericordioso visible y acogedor, humano y divino. En síntesis, la amorevolezza se manifiesta en palabras, gestos y actitudes familiares y de amistad, que expresan cercanía, delicadeza, cordialidad, solicitud, cuidado y misericordia.
Don Bosco asume el significado de la amorevolezza propio de su tiempo, pero lo entiende y lo propone en clave pedagógica-cristiana y asistencial-educativa. Para nuestro Padre, la amorevolezza se demuestra más con hechos que con palabras, a través de un complejo código de símbolos, signos y conductas con los cuales el educador manifiesta que toda su solicitud tiene como única finalidad el bien espiritual y temporal de sus alumnos. En este contexto, se entiende que la amorevolezza salesiana es inseparablemente efectiva y afectiva.
En cuanto creyente y en cuanto pastor, Don Bosco también entiende la amorevolezza como una de las expresiones privilegiadas de la virtud más
importante para el cristiano: la caridad. De hecho, en el opúsculo sobre el Sistema Preventivo escrito en 1877, Don Bosco escribe explícitamente que sólo el cristiano puede aplicar con éxito el Sistema Preventivo, porque dicho sistema se apoya por completo en las palabras de san Pablo, que dice: «Charitas benigna est, patiens est; omnia suffert, omnia sperat, omnia sustinet»; «la caridad es benigna y paciente; todo lo sufre, todo lo espera y lo soporta todo» (1 Cor 13,4-7).
En otras palabras, el Sistema Preventivo se basa en la Palabra de Dios, y sólo el creyente que cree firmemente en esa Palabra, tendrá la convicción y la
energía suficiente para ponerlo en práctica. La gran virtud de la caridad, además, le da consistencia profunda a la amorevolezza que, en principio, se refiere
a una serie de características de relaciones humanas.
Además de la caridad, también la razón enriquece y fortifica a la amorevolezza, de forma tal que, a pesar de la riqueza afectiva que expresa,
no degenera en sentimentalismo ni expresa debilidad afectiva.
La razón, además, no sólo da consistencia a la amorevolezza, sino que, junto con ella, también es expresión de caridad, en cuanto que es esencial para el ejercicio de la justicia, para prevenir y para comprender al prójimo. Veamos brevemente estos tres aspectos:

La justicia consiste en «dar a cada quien lo que le corresponde», y se convierte en virtud cuando se ejerce en las relaciones cotidianas, en las que todos somos «juez y parte»: ser justo cuando están de por medio los propios intereses es una verdadera virtud.
Cuando Don Bosco habla de la razón, se refiere, entre otras cosas, a la capacidad de tratar con justicia a los educandos, en forma tal que el educador se gana el corazón de sus alumnos aun cuando los corrige, pues su justicia es del todo manifiesta.
La razón salesiana, además, es indispensable para prevenir, pues sólo se puede llegar antes (pre-venir) de que algo suceda, si se comprende que cuanto acontece en la vida siempre tiene una «causa», y que las medidas preventivas» sólo son eficaces si se interviene sobre las «causas». Ahora bien, la
facultad humana que nos permite comprender la estructura causal de los fenómenos es la razón.
No usar la razón equivale a no prevenir. En este sentido, el uso de la razón es una condición para amar, sobre todo a quien se encuentra indefenso. Por ejemplo, para quienes tienen hijos pequeños la prevención de situaciones potencialmente peligrosas es una responsabilidad fundamental, de tal forma que, no prevenir, es decir, no usar la razón en todo su potencial lógico, equivale a una grave falta de amor.
La razón salesiana también es fundamental para comprender al prójimo, ya que indica precisamente la voluntad de entenderlo. En este sentido, la razón es una de las bases del verdadero diálogo puesto que indica la disposición de lograr consensos, más que defender las propias posiciones.
Como puede deducirse de los datos apuntados en los párrafos anteriores, la vivencia del Sistema Preventivo supone educadores equilibrados e integrados,
abiertos y sociables, sensibles a las necesidades de los demás y dispuestos a la relación interpersonal, especialmente con los jóvenes pobres y abandonados.
Supone educadores con gran capacidad de control interior y exterior, temperantes, prudentes, capaces de promover la solidaridad y la colaboración.
Los educadores salesianos son personas ricas en valores humanos y religiosos que los convierte en modelos y testigos de los mismos valores que
comunican a los jóvenes.
La consecuencia lógica de esta integración personal es la capacidad para hacer evidente y visible el amor auténtico y genuino hacia los educandos y, de esta forma, ganarse el corazón de los jóvenes. Sólo desde esta integración personal se puede cumplir lo que decía Don Bosco: «No basta con amar a los jóvenes, es preciso que ellos se den cuenta de que son amados».

Tomado de: http://donboscoexsal.com.gt/site/index.php?option=com_content&view=article&id=76:el-sistema-preventivo&catid=52:documentos&Itemid=88