Juro ante todos vivir y morir con honor.
Juro combatir la iniquidad y socorrer al prójimo.
Juro, igual en el combate como en la paz,
que ningún caballero será considerado como enemigo
aunque sea adversario.
Juro fidelidad al Temple y esforzarme en perpetuarlo.
Juro respeto y veneración a las madres,
protección a los niños y a los ancianos,
asistencia a los enfermos y a los necesitados.
Juro respetar la fe de otros y buscar
más la verdad que la gloria,
el honor que los honores.
Si, por desgracia, yo traicionara mi juramento,
ruego ser destituido por la Orden como traidor.