En Venezuela, sucedió el milagro, que llevará a la
Santidad, al Beato Hermano Salomón. El cual se registró, en el año 2007,
en una zona rural del Hatillo, estado Miranda, conocida como
Sabaneta del Cañaveral, en donde fue construida una Ermita, en
cuyo interior se encuentra la imagen del Beato Hermano Salomón. Al lado de la
Ermita funciona una Casa Hogar, para niñas abandonadas, al cuidado de las
Hermanas de la Congregación Siervas del Santísimo, quienes se encargan de velar
por las niñas recluidas en el recinto. Una de sus niñas María Alejandra
Hernández, quien contaba con apenas cinco años, jugaba a los alrededores de la
Casa cuando fue mordida por una serpiente de la especie tigra mariposa, los
médicos que la atendieron temían por su vida y de sobrevivir perdería la
piernita, pero repentinamente la niña curo y no perdió su piernita. Y cuya
curación se le atribuye al Beato Hermano Salomón, a quien las Hermanas de la
Congregación Siervas del Santísimo Sacramento, le pidieron por la sanación de
la niña y que preservará su vida; a los pocos días la niña se había salvado
milagrosamente. El jueves 3 de marzo de 2016, la Junta médica designada por el
Vaticano, reconoce la intercesión del Beato Hermano Salomón y declara dicha
curación como milagrosa. Y próximamente, debería ser anunciada la fecha de su
canonización.
El Beato Hermano Salomón, cuyo nombre original es Nicolás
Leclerc, nació en Boulonge, Francia, el 14 de noviembre de 1745; en el
preámbulo de una batalla entre Francia e Inglaterra. Era un joven con sólidos
principios cristianos, heredado de sus padres quienes constituyeron una familia
con gran devoción cristiana. De allí, que desde muy pequeño sintió la vocación
religiosa, la cual empieza a consolidar a sus veintidós años recibiendo los
hábitos sacerdotales en el Noviciado establecido por
Juan Bautista de La Salle, para la
formación a la vida religiosa de los Hermanos en la fiesta de La Ascensión, el
17 de mayo de 1768, cambiando su nombre de Nicoláspor Salomón. La Constitución
Española, hacia el año 1790, estableció que los religiosos tenían que prestar
juramento de fidelidad a la Constitución, negándose el Hermano Salomón a cumplir
con tal juramento, dedicándose de manera clandestina a formar almas para Jesús,
por lo que fue condenado a prisión y posteriormente martirizado junto a otros
religiosos el 2 de septiembre de 1792. El 17 de octubre de 1926, fue
beatificado por el Papa Pio XI.