viernes, 30 de abril de 2010
Papa Benedicto XVI no teme enfrentarse a los "lobos"
ROMA, 29 Abr. 10 (ACI).-El Presidente del Senado de Italia, Renato Schifani, resaltó que ante los ataques mediáticos contra el Papa Benedicto XVI que buscan acallar su voz, el Santo Padre "no teme enfrentarse a los lobos" y guiar a la Iglesia Católica como supremo pastor que porta la verdad del hombre a todo el mundo y la anuncia con su propio testimonio de vida.
En un encuentro dedicado al tema del "Mundo que sufre por la falta de pensamiento" organizado en Roma por la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción, realizado este miércoles, Schifani señaló que el Papa no evita los conflictos y tampoco admite pastores que busquen hacerlo.
Durante su intervención, en la que utilizó varias citas del Santo Padre, el Presidente del Senado italiano afirmó que "en un momento en el que la consternación y el sentido de traición que 'actos pecaminosos y criminales' se han generado en todo el mundo y en toda la Iglesia, Benedicto XVI ha expresado abiertamente –cito sus palabras– 'la vergüenza y el remordimiento que todos probamos'".
El Papa, prosiguió, ante "la traición y el sufrimiento de las víctimas de abusos sexuales no se ha limitado a manifestar su propia indignación por la violencia sufrida, sino que con ellos ha compartido el sufrimiento, la oración, el dolor destinado a permanecer".
Luego de reiterar su política de "tolerancia cero" ante los culpables de estos crímenes, Schifani recordó que el Papa Benedicto "en 1969 no tuvo miedo de advertir el riesgo de un nuevo paganismo en la misma Iglesia y en 2005 no se limitó a hablar de la soberbia, la autosuficiencia, la suciedad en términos de la Iglesia, no solo dentro de la Iglesia y –cito una vez más sus palabras– 'también entre quienes, en el sacerdocio, deberían pertenecerle solamente a Él'".
"Asistimos en estos últimos meses al intento de generar un verdadero 'pánico moral', que busca minar el mismo corazón del Magisterio a través de la erosión de la relación de confianza que está en la base de todo desafío comunicativo y, en particular, del desafío educativo. La teología de la caridad y la teología de la esperanza representan para Benedicto XVI los ejes entonces de todo el mensaje cristiano. La vida auténtica es de hecho y al mismo tiempo relación y conocimiento, 'un dar y recibir'".
Shifani subrayó luego que "a quien quiere esconder con ataques mediáticos el mensaje de esperanza y el testimonio de caridad de la Iglesia, Benedicto XVI se opone a ese camino de horror a través de la suave pendiente evangélica: 'insultado no respondía a los insultos, maltratado no amenazaba con venganzas, sino que se confiaba en Quien juzga con justicia'".
En otros términos, prosiguió, "cuando asistimos a ataques que no han faltado y a defensas que, de modo contrario, con frecuencia se han quedado sin voz, con las palabras de un teólogo de nuestro tiempo tengo que decir: 'la grandeza de un espíritu se mide por el grado de verdad que es capaz de soportar' y 'la verdad no necesita defenderse, se defiende por sí misma'".
Para el presidente del senado italiano, "llegará el día en el que las mujeres y hombres libres de nuestro tiempo podrán decir de él: 'en medio de aquella violenta tempestad, mantuvo la confianza y la esperanza y la transmitió también a los compañeros de viaje. De aquel naufragio nació una comunidad cristiana fervorosa y sólida'".
"A los jóvenes y a todos nosotros Benedicto XVI nos habla de una 'nueva evangelización' que no significar 'atraer rápidamente con nuevos métodos más refinados a las grandes masas de la Iglesia', sino reconocer que las 'grandes cosas comienzan siempre del grano pequeño'. Se trata de aceptar el desafío de 'tomar el ancho de la historia y lanzar las redes'".
Finalmente Renato Schifani destacó que "la palabra de Benedicto XVI es el testimonio del sufrimiento acogido con serenidad y alegría. El Papa dice a los hombres de nuestro tiempo muchas veces arrinconados contra las paredes del pesimismo y el conformismo que 'la alegría no se puede exigir. Solo se puede dar' y la Iglesia no la puede hacer, sino solo recibirla, es decir recibirla de donde ya está, de donde está realmente presente'".
http://www.ewtn.com/vnews/getstory.asp?number=101815