4to. domingo de Adviento
Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
En este cuarto domingo de Adviento la caridad, se nos presenta como un excelente medio de espera y conversión; ya que sólo a través de nuestra comunión de amor con el Señor, estaremos en condiciones de amar realmente a nuestro prójimo. La caridad debe llevarnos durante este tiempo a colaborar en forma concreta con los más pobres y necesitados, tratando de aliviar sus problemas y necesidades.
“En esta última etapa del Adviento meditamos sobre la fe con la que María se preparó para acoger, creyendo firmemente, a Aquel que debía nacer de Ella; el Santo, el Hijo de Dios. Que estos sentimientos de fe sean los que guíen también la preparación del Belén en todas vuestras casas”… Meditación del Siervo de Dios Juan Pablo II antes del rezo del Ángelus el 18 de diciembre de 1988
Hoy, cuarto domingo de Adviento, tiempo de preparación, espera y oración encenderemos el cuarto cirio virtual, que representará esta semana: “la luz de nuestra entrega total a la voluntad de Dios ”. “En el pobre y pequeño establo de Belén, das a luz para todos nosotros al Señor del mundo. Tal como muestras al Niño a los pastores y reyes y te inclinas ante Él adorándolo y sirviéndolo así queremos con amor ser siempre sus instrumentos y llevarlo a la profundidad del corazón humano” P. Kentenich
Dios se ha hecho como nosotros
de modo admirable ha asumido
un cuerpo en el vientre de María.
Ella es el templo en quien
Cristo se ha hecho sacerdote
a favor de los hombres.
María nos ha dado al Emmanuel:
Dios-con-nosotros.
Pidámosle a María, Madre del Adviento, Virgen de la esperanza que nos regale la gracia de estar siempre dispuestos al querer del Padre Dios en todas las circunstancias de nuestra vida. (Te invitamos a rezar un Salve)