En la mañana de este día, en todas las catedrales de cada
diócesis, el obispo reúne a los sacerdotes en torno al altar y, en una Misa
solemne, se consagran los Santos Óleos que se usan en los Sacramentos del
Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal y Unción de los Enfermos.
En la
Misa vespertina, antes del ofertorio, el sacerdote celebrante toma una toalla y
una bandeja con agua y lava los pies de doce varones, recordando el mismo gesto
de Jesús con sus apóstoles en la Última Cena.
a)Lecturas bíblicas:
Libro del Éxodo 12, 1-8.
11-14; Primera carta del apóstol San Pablo a los corintios 11, 23-26; Evangelio
según San Juan 13, 1-15.
b)La Eucaristía
Este es el día en que se
instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las
especies de pan y vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el
gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía, para guiarnos
en el camino de la salvación.
Todos estamos invitados a celebrar la cena
instituida por Jesús. Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre.
Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos.
c)El lavatorio de los pies
Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y
de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para
demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos
habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de
todos los días. Vivir como servidores unos de otros.
d)La noche en el
huerto de los Olivos
Lectura del Evangelio según San Marcos14, 32-42.:
Reflexionemos con Jesús en lo que sentía en estos momentos: su miedo, la
angustia ante la muerte, la tristeza por ser traicionado, su soledad, su
compromiso por cumplir la voluntad de Dios, su obediencia a Dios Padre y su
confianza en Él. Las virtudes que nos enseña Jesús este día, entre otras, son la
obediencia, la generosidad y la humildad.
Los monumentos y la
visita de las siete iglesias
Se acostumbra, después de la Misa
vespertina, hacer un monumento para resaltar la Eucaristía y exponerla de una
manera solemne para la adoración de los fieles.
La Iglesia pide dedicar un
momento de adoración y de agradecimiento a Jesús, un acompañar a Jesús en la
oración del huerto. Es por esta razón que las Iglesias preparan sus monumentos.
Este es un día solemne.
En la visita de las siete iglesias o siete
templos, se acostumbra llevar a cabo una breve oración en la que se dan gracias
al Señor por todo su amor al quedarse con nosotros. Esto se hace en siete
templos diferentes y simboliza el ir y venir de Jesús en la noche de la
traición. Es a lo que refieren cuando dicen “traerte de Herodes a Pilatos”.
La cena de pascua en tiempos de Jesús
Hace miles de años,
los judíos vivían en la tierra de Canaán, pero sobrevino una gran carestía y
tuvieron que mudarse a vivir a Egipto, donde el faraón les regaló unas tierras
fértiles donde pudieran vivir, gracias a la influencia de un judío llamado José,
conocido como El soñador.
Después de muchos años, los israelitas se
multiplicaron muchísimo en Egipto y el faraón tuvo miedo de que se rebelaran
contra su reino. Ordenó matar a todos los niños varones israelitas, ahogándolos
en el río Nilo. Moisés logró sobrevivir a esa matanza, pues su madre lo puso en
una canasta en el río y fue recogido por la hija del faraón.
El faraón
convirtió en esclavos a los israelitas, encomendándoles los trabajos más
pesados.
Dios eligió a Moisés para que liberara a su pueblo de la
esclavitud. Como el faraón no accedía a liberarlos, Dios mandó caer diez plagas
sobre Egipto.
La última de esas plagas fue la muerte de todos los
primogénitos del reino.
Para que la plaga no cayera sobre los israelitas,
Dios ordenó a Moisés que cada uno de ellos marcara la puerta de su casa con la
sangre de un cordero y le dio instrucciones específicas para ello: En la cena,
cada familia debía comerse entero a un cordero asado sin romperle los huesos. No
debían dejar nada porque al día siguiente ya no estarían ahí. Para acompañar al
cordero debían comerlo con pan ázimo y hierbas amargas. La hierbas amargas
ayudarían a que tuvieran menos sed, ya que tendrían que caminar mucho en el
desierto. El pan al no tener levadura no se haría duro y lo podían llevar para
comer en el camino. Les mandó comer de pie y vestidos de viaje, con todas sus
cosas listas, ya que tenían que estar preparados para salir cuando les
avisaran.
Al día siguiente, el primogénito del faraón y de cada uno de
los egipcios amaneció muerto. Esto hizo que el faraón accediera a dejar a los
israelitas en libertad y éstos salieron a toda prisa de Egipto. El faraón pronto
se arrepintió de haberlos dejado ir y envió a todo su ejército para traerlos de
nuevo. Dios ayudó a su pueblo abriendo las aguas del mar Rojo para que pasaran y
las cerró en el momento en que el ejército del faraón intentó
pasar.
Desde ese día los judíos empezaron a celebrar la pascua en la
primera luna llena de primavera, que fue cuando Dios los ayudó a liberarse de la
esclavitud en Egipto.
Pascua quiere decir “paso”, es decir, el paso de la
esclavitud a la libertad. El paso de Dios por sus vidas.
Los judíos
celebran la pascua con una cena muy parecida a la que tuvieron sus antepasados
en la última noche que pasaron en Egipto.
Las fiesta de la pascua se
llamaba “Pesaj” y se celebraba en recuerdo de la liberación del pueblo judío de
la esclavitud de Egipto. Esto lo hacían al llegar la primavera, del 15 al 21 del
mes hebreo de Nisán, en la luna llena.
Los elementos que se
utilizaban en la cena eran los siguientes: