COMUNICADO: AMEMOS NO SOLO DE PALABRA SINO CON HECHOS Y CONFORME A LA VERDAD (1ª carta de Juan 3,17)
1.- Los Obispos de Venezuela conscientes de la gravedad del momento que vive el país, creemos que la situación a la que ha llegado debe mover a todos los venezolanos a una reflexión serena con una actitud de respeto y diálogo. "El que odia a su hermano es un homicida" (1Jn. 3,15). Nuestro Señor Jesús nos invitó a tener un corazón lleno de paz, desterrando el odio, la maledicencia, la agresión y la violencia que conducen a caminos de destrucción y de muerte. Nuestra fe cristiana nos invita a ser instrumentos de paz, de perdón y de reconciliación.
2.- Reiteramos lo dicho en nuestro Comunicado del 17 de abril, en el que constatábamos de manera más evidente, la nueva realidad política: estar divididos en dos mitades prácticamente iguales, como ha quedado en evidencia en las últimas elecciones presidenciales. Por eso reafirmamos: "la paz social y política del país reclama el recíproco reconocimiento de los dos sectores mayoritarios del pueblo venezolano, pues el desconocimiento mutuo hará inviable tanto los planes del gobierno como los aportes alternativos de la otra parte".
3.- Los agudos problemas del país, - la violencia diaria, callejera o política, la inseguridad, la deficiencia de los servicios públicos y la crisis económica-, requieren ser afrontados desde el entendimiento entre las partes, pues ninguna de ellas es autosuficiente por sí sola para resolver los problemas del país.
4.- El respeto y la justicia deben prevalecer en el trato entre los ciudadanos y las instituciones, dejando a un lado la prepotencia y el fanatismo, los prejuicios y las acusaciones infundadas. Un lenguaje excluyente, ofensivo y amenazante, causa miedo e indignación en la población y puede provocar reacciones sociales lamentables. Hacemos nuestra la petición de la mayoría de los venezolanos para que cesen la represión, el hostigamiento, el acoso y despidos injustificados de los empleados públicos y la violencia por razones políticas. Opinar en contra o disentir del proyecto oficial no deben ser motivos para temer la pérdida de la libertad, el puesto de trabajo, la vivienda o cualquier otro derecho ciudadano.
6.- Rechazamos categóricamente la criminalización de la protesta pacífica consagrada en la Constitución. Percibimos, en efecto, que la inmensa mayoría de la población exige de todos los agentes políticos y sociales, una información equilibrada, y que corresponda a la verdad, fundamento de toda credibilidad y confianza en ellos y en las instituciones que representan. No se construye nada válido a partir de falsedades, mentiras o medias verdades. Escuchemos al Papa Francisco: "invito al querido pueblo venezolano, especialmente a quienes toman las decisiones y a los responsables políticos a rechazar firmemente cualquier tipo de violencia, y a establecer un diálogo basado en la verdad, de reconocimiento mutuo, en la búsqueda del bien común y el amor por la nación".
8.- Invitamos a todos los creyentes a redoblar la oración a Dios por la reconciliación y la paz; y, al mismo tiempo, a trabajar y ser eficaces en el amor al prójimo con gestos de respeto, perdón y solidaridad, sin ninguna distinción. Invocamos sobre todos los venezolanos las bendiciones de Dios que nos hace hermanos y la protección de la Santísima Virgen de Coromoto, nuestra Patrona.
Con nuestra bendición,
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela
Tomdao de: http://www.cev.org.ve/noticias_det.php?id=3808